Muchas veces me han preguntado por qué elegí el español, así que voy a contar mi historia. Eso fue hace casi 10 años. En aquel entonces era licenciada en matemáticas y nunca había pensado en estudiar idiomas. En el colegio y en la universidad tenía muchas dificultades con el inglés y con el ruso también, aunque era mi lengua materna. Siempre pasaba muchas horas haciendo los deberes de inglés, pero después de tantos años de estudios mi nivel de inglés apenas llegó hasta un A2. Podéis imaginar que era bastante deprimente.
Un día frío de invierno llegué a casa de mi amiga y ella me dijo que iba a estudiar español. Me sorprendí y le pregunté para qué. Me explicó que era un idioma muy popular en el mundo. Pues, claro, ¡casi en toda América del Sur hablan español! ¿Cómo no me había dado cuenta antes? Y yo iba a viajar a América Latina. ¡Qué casualidad! Además me acordé de una serie venezolana que empecé a ver en ruso, pero no la pude ver hasta el final. Luego la busqué en Internet, pero la encontré solo en versión original, o sea, en español. Otra razón para estudiar español.
Cuando llegué a casa empecé a buscar información en Internet para confirmar lo que me había dicho mi amiga. Y luego, aquel mismo día, así, sin pensar mucho, empecé a estudiarlo (mucho antes que mi amiga, ja, ja, ja). El español me gustó desde el principio, sobre todo por su fonética, que era mucho más fácil que la de inglés. Pasaba todo mi tiempo libre estudiando español. A veces una hora al día, a veces unas 6 horas. Y así poco a poco mi afición convirtió en mi profesión. Pero de eso os contaré después.